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Del Centro de Acogida La Esperanza a Fundación Crescendo

Sus inicios se encuentran en la Corporación Metodista, particularmente en su institución Centro de Acogida La Esperanza, que fue formada en el año 2002, exclusivamente para adultos con discapacidad intelectual y retos múltiples, como una continuación de su Colegio Psicopedagógico Juan Wesley; esto debido principalmente a que los programas ofrecidos por la escuela no se adaptaban a las necesidades de tres adultos que asistían a ella.

Esta iniciativa la impulsa la misionera norteamericana Shana Harrison, quien – inquieta por dar un servicio adecuado a estos adultos – gestiona los recursos necesarios y levanta el primer proyecto.

Luego de la formación del Centro de Acogida La Esperanza, se incrementó la demanda por este servicio, lo que implicó un aumento en los participantes. Se suma a esta situación la contingencia de generar un espacio residencial, inicialmente para 3 adultos, al que se llamó Hogar La Esperanza. Teniendo estos dos dispositivos y la necesidad permanente de mejorar los servicios y obtener mayor financiamiento, se da paso a otra institucionalidad y así nace la Fundación Crescendo como tal, en el año 2009. En ella se incorporan más personas de la comunidad en el directorio de la organización, para apoyar la obra y su crecimiento.

Expandiendo oportunidades: Inclusión laboral y crecimiento

Al cumplir con este fin, se logró la continuidad de la labor institucional a través de su Taller, (el actual Centro Diurno de Apoyo Psicosocial) y el que fue su dispositivo residencial, que llamamos Casa – Comunidad y que llegó a albergar a 7 personas. Luego, en 2015 / 2016, nace un nuevo proyecto: el Café Te Bicité, que surge como una alternativa real de inclusión laboral, para personas con discapacidad intelectual. Se trata de una cafetería dirigida a ciclistas, ubicada en las dependencias del Centro Diurno de la Fundación, la cual se ganó el cariño de muchos vecinos del sector de la Plaza Ñuñoa.

En ella, las personas con discapacidad cumplen roles de trabajo en diferentes áreas: cocina, atención de mesas y servicio de mantención básica de bicicletas. Todo el sistema de trabajo fue organizado, para que personas con discapacidad puedan ejercer su rol de trabajador lo más autónomamente posible. Lamentablemente, problemas asociados al estallido social y la pandemia sumieron a Crescendo en una crisis, que obligó a cerrar la Casa Comunidad y el Café.

Resiliencia y nuevos desafíos

Pese a todo nuestro vigésimo aniversario, encuentra a la Fundación, con nuevos bríos, buscando consolidarse institucionalmente y con un nuevo proyecto de inclusión, el programa de formación laboral “Inclúyete”, que busca capacitar para trabajo en el rubro gastronómico a 135 personas con discapacidad intelectual, en el periodo de 3 años, un desafío grande, pero estamos comprometidos a cumplirlo.

Finalmente, cabe mencionar el despliegue de un programa de sostenibilidad, con base en redes con la comunidad, el comercio local y con profesionales orientados a servicios de cuidado en modalidad coworking, juntamente con una campaña de socios que se está lanzando en estos días por medio de nuestras redes sociales. Buscamos que la Fundación Crescendo pueda consolidarse cada vez más, para mantener su servicio, que sabemos es inmensamente necesario en nuestro Chile, hoy. Queremos invitarles a todos seguir siendo parte de nuestra historia.